Fábrica de sonrisas

Este Halloween, llaollao te da calabazas.

Esta semana se celebra Halloween. El jueves 31 por la noche, las calles se llenarán de fantasmas (ya me entiendes), de muertos vivientes (ya me entiendes) y de chupa sangres (ya me entiendes).

foto de época en halloween

Si me encuentro con estos el jueves por la noche… salgo por patas.

¿Alguna vez te han dado calabazas? A mí unas cuántas. Pero para decorar mi casa en Halloween; a ver qué te crees. Y en llaollao te van a dar calabazas pero de chocolate blanco. ¿No lo sabías? Cuando pidas tu llaollao preferido te encontrarás una chocolatina para que prepares motores. Como el del tractor de Drácula. Que ahora va en busca de sus víctimas montado en un tractor ¡para sembrar el pánico! Ayer le vi en una panadería comprando una barra de pan. Le pregunté, “pero, Drácula, ¿tú no bebías sangre?”. Y me dice “sí, pero es que ha habido un accidente en la esquina y me llevo pan para untar”. Que sí, que sí. Que el chiste es malo. Pero si tienes uno mejor ¿por qué no participas en el concurso de chistes para Halloween que ha preparado llaollao? Te reto.

chocolatina calabaza

Este Halloween, llaollao te va a dar calabazas.

¿Por qué una calabaza en Halloween?

Hablando de calabazas no sé si sabrás de dónde viene eso de usar una como símbolo de Halloween. Viene de la leyenda de Jack-o’-lantern. Jack era un ladrón irlandés que hizo una mala jugada al diablo. Al morir, no podía ir ni al Cielo ni al Infierno. Así que no le quedaba otra que vagar por la Tierra. El diablo le dio una brasa ardiendo. Jack talló un nabo y la metió dentro para que le sirviese de linterna y no vagar a oscuras eternamente. Ahora utilizamos calabazas porque son más fáciles de vaciar que un nabo. Mola, ¿verdad?

disfraces sencillos

Estos sí que molan. Me encanta el disfraz de cubo de basura.

De disfraces va la cosa.

Por cierto, lo de disfrazarse de monstruos en Halloween tiene sentido. Las máscaras terroríficas las utilizaban los celtas como protección. ¿Por qué? Porque así los espíritus siniestros que salían el 31 de octubre les confundían con uno de ellos y no les atacaban. ¡Qué miedo!

Pero para miedo lo que me pasó el otro día por teléfono. Que llamo a la carnicería y pregunto “¿tiene usted rabo de toro, patas de conejo y cabeza de cerdo?”. Y me contestó el tipo que sí que tenía. ¡Vaya monstruo! Ese no necesita disfraz para Halloween. Por cierto, ¿tú de qué te vas a disfrazar?



Suscríbete
a nuestra newsletter